Historia


HISTORIA DE UNA ESCUELA PEREGRINA

Nuestra escuela comenzó a funcionar el 7 de marzo de 1878, en calle Uruguay 1149, frente a Plaza Artigas; ésta era un cuadrado arbolado con bancos.
La primera directora fue Deolinda Bajac . Se llamaba la Escuela Nº1 de 2º grado para niñas. Asistían 90 alumnas.
Al año de funcionar la escuela, fallece  José Pedro Varela, la misma mantuvo sus puertas cerradas tres días en señal de duelo.
En 1886 se hizo mixta.
El 3 de julio de 1900 la institución toma el Nº3. Se traslada a calle Bilbao, por algunos años.
En el período de 1924 -1942 es denominada “José Pedro Varela” y se habilita de práctica, vuelve a Uruguay 1149. En 1943 se traslada a Invernizzi 53.
En 1953 se traslada a Uruguay 1173, en este local recibe el nombre de “Escuela de 2º grado, Nº3 de Práctica”. Comienza a tener anexos porque el local no alcanza.
Vuelve a trasladarse en 1955 a Invernizzi 220.
En 1958 se traslada al local de la Escuela Nº1 (Artigas y Larrañaga) compartiendo el local. Funciona solo en turno vespertino.
En 1978 , cumple su centenario y toma el nombre de  “Escuela de 2º grado, categoría Nº3 José Pedro Varela ”.
En 1980 se coloca la piedra fundamental del edificio propio en calle Brasil y Viera.
“Así anduvo esta escuela peregrina, acumulando años y experiencias por casi una docena de lugares distintos. Sin arraigo espacial, con un enorme arraigo espiritual”.
“Como pueblo errante, con pocas cosas físicas a cuestas pero con un equipaje enorme de experiencia y afán de recuperación, dándolo a manos llenas a sus alumnos niños y a sus alumnos jóvenes: los practicantes magisteriales”
“Sin lazos espaciales, escuela pionera por su historia y su inquietud docente: siempre adelante, a la cabeza del quehacer educador”
(Párrafos de emotiva elocución pronunciada por Daliné Soto en el acto de inauguración del actual edificio ).






La fotografía   desde el momento de su creación a mediados del siglo XIX logró hacer realidad el sueño de registrar todo aquello que rodeaba al individuo, de inmortalizar en imágenes que perdurarían a través del tiempo y que constituirían testimonios de hechos y épocas pasadas

Desde entonces, forma parte de la vida cotidiana, rescatando la memoria visual del hombre y su entorno.

Son verdaderas “huellas” del tiempo

¿Es una fuente histórica?

1-En su condición de objeto material resulta un verdadero testimonio de época

2-Su uso generalizado la hace en sí misma un fenómeno social

3-Cumple una doble función: evocar y preservar, el poder evocativo provoca en la memoria individual y colectiva la posibilidad de  “Traer al presente” los momentos vividos, sosteniendo la identidad de la comunidad 

Estas y otras  fotografías componen el acervo cultural de la escuela.





Salto -Laureles

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